Uno de los dos responsables del atentado ocurrido la semana pasada en el municipio de Salamanca quién fue reconocido como Eduardo Ramírez Flores es hijo de un exdiputado del PRI, Baldomero Ramírez Escamilla.
Eduardo Ramírez no heredó de sus padres la pasión por la política y junto con su pareja se enfocó al servicio de alimentos y bebidas en dos centros botaneros en Valle de Santiago, en donde tiene su domicilio.
En su anhelo por extender su actividad de servicios el matrimonio estableció una sociedad con el empresario Mauricio Salvador Romero, a quien le entregaron una cantidad millonaria para que los integrara como accionistas del restaurante “Barra 1604”, lo que no llegó a buen fin.
Baldomero Ramírez Escamilla fue diputado por el PRI en la quincuagésima novena Legislatura Constitucional del Estado de Guanajuato, años después se incorporó al PRD, en donde estableció una relación cercana con el exlíder estatal de ese partido y también exalcalde de Cortázar, Estefanía Monroy, quien fuera asesinado en diciembre pasado.